Antes de responder esta pregunta, quisiera comenzar con otra pregunta:
¿Sabías que todos en cierta forma somos teólogos?
Todos tenemos ideas acerca del mundo, de los humanos, de nuestro destino y el propósito del porque estamos en el mundo, tenemos nuestra propia religión, la que otros llaman “relación con Dios” y tenemos nuestras conclusiones acerca de Dios. Todos actuamos en base a nuestra cosmovisión y es por eso por lo que algunos se quieren alistar en la misión. Todos en cierta forma somos teólogos, el tema en cuestión es si nuestra teología es correcta para desarrollar la misión que se nos encomendó.
Todo cristiano es de alguna manera un teólogo, por lo tanto, todo misionero que anuncia el evangelio es un teólogo, sea bueno o malo, ya por el solo hecho de ser un discípulo de Cristo tienen alguna formación formal e informal de las doctrinas que profesa y cada una de estas se reflejan en su forma de vivir y actuar.
La teología es el arte y la disciplina que involucra la reflexión y el conocimiento sobre Dios.
La teología nos dice no solo lo que dice la Biblia, sino también lo que significa en su contexto. Por lo tanto, nos lleva a articular ideas basadas en conclusiones razonales y lógicas de los que Dios revelo a través de las sagradas escrituras. “El misionero” para ser efectivo, debe predicar la Palabra y hacer discípulos, si el misionero procura ser relevante y efectivo, debe procurar ser fiel a la fe que profesa.
La teología para el misionero que tiene como propósito anunciar las buenas nuevas de Cristo, tiene como mínimo el requisito de conocer a quien procura presentar y anunciar. Por lo tanto, no debería ser una opción para el postulante a la misión el estudiar teología.
También es importante recordar que una buena teología nos ayuda a reconocer a Dios en situaciones limitadas y adversas que nos pueda presentar el campo local o transcultural, entendiendo que la soberanía de Dios está en el centro de cada situación.
La teología es vital para el desarrollo de una espiritualidad sana en cualquier contexto, también la teología es importante para poder discernir entre lo sacro y lo pagano, es crucial para evaluar el fruto de la misión y para que éste no termine robándose la gloria de Dios.
La teología da forma a nuestra vida cristiana y a las practicas misioneras que desarrollemos, la teología es algo que necesitamos, porque una vida misional separada de la sana doctrina se convierte en mero asistencialismo.
Una sana teología nos ayudara a mantener nuestra devoción viva por Jesús, nos ayudara a mantenernos en integridad y fidelidad a Dios frente a las tentaciones y pruebas que nos presente el campo misionero.
Una teología sana nos ayudara a mantener vivo nuestro amor al prójimo, no basándonos en experiencias buenas o malas que nos presenten las circunstancias, sino en la convicción de que estamos haciendo la voluntad de Dios que nos revela la palabra.
La teología para el misionero es de suma importancia ya que juega un papel profético estratégico en el mundo, siendo de sanidad o de juicio para las naciones.
Un misionero sin una buena base bíblica no podrá estar seguro de conocer la misión y vivir la verdad revelada en la Palabra de Dios. Un discipulado bíblico básico debería ser el punto de partida teológico de todo aquel que quiere enrolarse en la Missio Dei. (Misión de Dios).
Una sana teología nos ayudara a mantener nuestra devoción viva por Jesús, nos ayudara a mantenernos en integridad y fidelidad a Dios frente a las tentaciones y pruebas que nos presente el campo misionero.
Es necesario entender la función de la educación teológica en el misionero no tan solo como transmisión de conocimiento o doctrinas o requisitos para grados eclesiásticos, sino como la preparación de las personas, discípulos de Cristo, para vivir su existencia en el seguimiento de Jesucristo, siguiendo su ejemplo, viviendo para glorificarle en donde Dios le lleve.
La educación teológica debe tomar como punto de partida la Gran Comisión de Mateo 28:18 “Por tanto, id y haced discípulos…” esta misión nos expresa con claridad el propósito de Jesucristo de edificar su iglesia por medio de “hacer discípulos”, lo que supone la proclamación del evangelio, la incorporación a la iglesia en cualquier contexto, y la integración de la enseñanza de Jesús en la vida de cada discípulo.
Todo misionero es un Teólogo, todo teólogo debería ser un misionero.
Coordinador de MOVIDA Internacional para los países de la región de Centro América. Colaborador.
Somos una organización cristiana interdenominacional y sin fines de lucro que busca glorificar a Dios y edificar a la iglesia por medio de la creación de contenido digital Cristocéntrico y relevante, enfocados en problemáticas actuales, doctrina e historia. De la mano con esto, promovemos la realización de eventos y conferencias que sirvan como plataformas de comunión y discipulado para la iglesia en general.