Pobres en Espíritu

La riqueza espiritual de gracia y misericordia solo comienza cuando reconocemos nuestra miseria y bancarrota espiritual.

POR EQUIPO ANTORCHAS DE LA FE

28/08/2022
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Mateo 5:3

¿Quién no ha visto en la calles de su ciudad a personas pobres y necesitadas de alimento y abrigo, que no dudan en levantar su mano para pedir algo de ayuda, aunque sea solo una moneda, un pedazo de pan o incluso sobras de comida, y apelan a la generosidad de los que tienen mucho más que ellos, pues reconocen su extrema necesidad y triste condición? Ellos no tienen vergüenza de pedir porque saben que son mendigos. Hay pobres que no reconocen su estado y piden con orgullo, ellos no reciben nunca la ayuda por su actitud. Pero esa es otra historia. 

Pero ¿Qué tiene que ver todo esto con nosotros? Parece ser que se nos ha olvidado que espiritualmente somos iguales a ellos. Estamos todos en la miseria del pecado y en la mendicidad espiritual. Estamos en bancarrota y somos terriblemente necesitados del Señor y su salvación. 

¿Y qué nos dice Jesús? Dichosos los que son espiritualmente mendigos, aquellos que no dudan en levantar sus manos al Señor pues saben que ellos no tienen nada y Él lo tiene todo. Afortunados aquellos que reconocen su escasez, incapacidad e insuficiencia espiritual, porque es a ellos a quienes el Salvador les regala el cielo, a los humildes que levantan sus manos pidiendo gracia y misericordia. Él les ha prometido el Reino Celestial, les promete a los mendigos del pecado que se sentarán en tronos de gracia. 

“Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo”.

Salmo 113:7-9

¿Te humillarás ante Él y levantarás tus manos o te irás orgulloso sin aceptar tu necesidad ante el Rey de Gloria?

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