Hoy me gustaría que reflexionemos juntos en esto:
¿Cuán intencionales somos sembrando los principios Bíblicos en nuestros niños? O al estar tan ocupados con nuestras rutinas ¿dejamos ese trabajo para los maestros de la escuela dominical o incluso en manos de los profesores del colegio? (en el caso que los niños vayan a una escuela cristiana).
¿Es evidente el evangelio en nuestros hogares? ¿O solo tenemos una apariencia de piedad?
Son preguntas importantes que constantemente vienen a mi mente y en esta ocasión me gustaría reflexionarlas contigo querido lector.
A la hora de pensar en la educación de nuestros niños, personalmente aún no puedo hablar desde la posición maternal, pero si desde una simple posición de tía, de maestra de escuela dominical, monitora de tiempo libre y una educadora infantil en formación.
La responsabilidad de formar esas pequeñas vidas que Dios nos ha dado es un reto muy grande, y que solos no podremos llevarlo a cabo. Sabemos, como se suele decir, que para criar un niño necesitas una comunidad de soporte, esto puede ser la escuela, la iglesia, la familia, los amigos, etc.
Todos estamos relacionados en una comunidad; nuestro círculo cercano y la sociedad en general del lugar donde vivimos y hoy por hoy también los medios de comunicación. Está claro que todos deseamos siempre lo mejor para nuestros niños, pero debemos entender que lo mejor no solamente tiene que ver con una integridad física y mental, sino también espiritual y moral.
Padres, recuerden que ustedes son la autoridad máxima y los únicos responsables sobre el cuidado y educación integral de sus niños (Efesios 6:4). Es verdad que, con el estrés de lo cotidiano, con la economía actual y algunos otros problemas que enfrentan las familias en general, se puede caer en la dejadez de no sembrar la verdad de las Escrituras en nuestros niños y/o no ver el peligro de dejar toda la educación en manos de otras personas, muchas de ellas sin conocimiento ni temor de Dios.
También quiero referirme al resto de adultos cristianos, nosotros ya sea como maestros de escuela dominical, como amigos o familiares; debemos fortalecer la comunidad de la fe con verdades fundamentadas en la Palabra, que harán que nuestros niños crezcan con un pensamiento crítico e incentivando que busquen primero el reino de Dios, para que a la luz de las Escrituras puedan discernir las mentiras o verdades a medias a las que continuamente están expuestos en esta sociedad.
Muchos podrán pensar que no podemos pretender que los niños crezcan en una burbuja, tendrán que ir a la escuela, formarán sus propios amigos y tomarán sus propias decisiones. Por supuesto que eso es parte de la vida; sin embargo, la base que los niños tengan en casa, en la iglesia, en esa comunidad de soporte que las familias vayan creando serán claves. Como bien dice Proverbios 22:6 “instruye al niño en su camino. Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
Me gustan las palabras de Katy Rodríguez, para educar niños que honren al Señor, es “Dios y todos los días”. (Deuteronomio 6: 6-9).
Padres y madres, hermanos y hermanas en Cristo, recuerden que somos pecadores educando a pecadores, lo que nosotros vayamos a enseñarles tiene que primero verse reflejado en nuestras propias vidas. La integridad y humildad nos harán enseñables de todas las lecciones que Dios primero nos quiere dar a nosotros para trasmitirlas luego a nuestros niños.
Hay un dicho que dice: “Dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”. Con esto quiero que veamos la necesidad de educar a nuestros niños para ser independientes de nosotros, pero totalmente dependientes de Cristo. La mente y el corazón de cada uno de nuestros pequeños si no lo ocupa Dios y su Palabra, la terminará ocupando cualquier otra cosa.
Hoy en día vivimos en un mundo inundado de ideologías que están rotundamente en contra de Dios. Estas ideologías han llenado casi todos los programas de televisión y cine, las redes sociales, los libros, el arte, la música y también tristemente las escuelas, incluso los momentos del tiempo libre de los niños. Si bien donde más está siendo promovido y consumido es en Norte América y Europa, esto no significa que no llegará a muchos rincones, como ya se está comenzando a ver en algunos países de Latinoamérica. Se ha sacado a Dios de las escuelas para reemplazarlo por ideologías que terminan perjudicando la integridad del niño. Entonces ¿cómo nuestros niños podrán hacer frente a todos estos ataques con los que son bombardeados continuamente por un medio u otro?
Recordemos que el enemigo busca destruir todo lo hermoso que Dios ha creado como, por ejemplo: la familia y la sexualidad. Debemos buscar a Dios continuamente de forma personal y de forma familiar. Es necesario que tus hijos te vean leyendo tu Biblia, es necesario que la lean y oren juntos. La Palabra de Dios y la oración son nuestro motor y guía no solo para enfrentarnos a los desafíos de esta vida, sino también conocer mejor a nuestro Salvador, este hábito familiar puede ayudar a que tus niños puedan tener una relación personal con Cristo.
No tratemos de evadir preguntas difíciles, busquemos con sabiduría y amor llevarlos a pensar qué dice la Palabra en cuanto a esas dudas o a esas afirmaciones erróneas que les enseñan en las escuelas. Esto creará un pensamiento crítico en ellos, no solo para afianzar su fe, sino también para que en amor sepan defenderla cuando se dé la oportunidad.
Veamos la necesidad de educar a nuestros niños para ser independientes de nosotros, pero totalmente dependientes de Cristo.
Busquemos siempre pasar más tiempo de calidad con aquellas familias en la fe que también pueden estar pasando por cosas similares, podrán brindar a sus niños amistades con cosmovisiones Bíblicas que les dé ese sentimiento de comunidad y puedan apoyarse mutuamente. Incluir en la rutina algún material de soporte para la educación en fundamentos Bíblicos puede ser de gran ayuda, por ejemplo, el que tiene Fundation worldview. (material en inglés).
No hagamos caso omiso ante todo el avance de ideologías y demás artimañas de Satanás para robar el corazón de nuestros hijos, puede venir con mucha sutileza o no, pero siempre está en ataque continuo. No bajemos la guardia y vistámonos de toda la armadura de Dios (Efesios 6: 10-18). Si nos quedamos quietos, retrocedemos. Vamos adelante y con valor, tampoco perdiendo la cabeza en la desesperación a consecuencia de las leyes u otras cuestiones fuertes que están saliendo para adoctrinar a nuestros niños de una forma cada vez más descarada y sin bases científicas. Podemos tener paz en medio de todo el caos teniendo en mente que, nuestro Dios es quien tiene el control de todo en su soberanía, Él es quien desde el cielo gobierna (Daniel 4:26).
Salva por pura Gracia sierva por puro amor, gastrónoma de profesión y educadora infantil en formación, sirviendo al Señor en diversas áreas a lo largo de los años, sobre todo en el campo infantil dentro y fuera de la iglesia.
Somos una organización cristiana interdenominacional y sin fines de lucro que busca glorificar a Dios y edificar a la iglesia por medio de la creación de contenido digital Cristocéntrico y relevante, enfocados en problemáticas actuales, doctrina e historia. De la mano con esto, promovemos la realización de eventos y conferencias que sirvan como plataformas de comunión y discipulado para la iglesia en general.
1 Comentario
Hermoso mensaje y muy cierto!! Nuestros niños son nuestro mayor tesoro, debemos cuidarlos!