El cuidado del Misionero

¿Es adecuado el cuidado que el Misionero Latino recibe de sus iglesias y agencias misioneras? La realidad puede ser triste y desafiante.

POR KATTYA RODRIGUEZ

02/03/2023

¿Es realmente cuidado el Misionero Latino?

Partamos del punto de ¿qué es el concepto mayormente usado de un misionero?

¿Qué es un misionero?

Según el diccionario, “misionero” significa “perteneciente o relativo a las misiones”, “persona que difunde el cristianismo en tierra de infieles”, y “predicador eclesiástico que hace misiones”. Entonces, para completar la definición, tenemos que buscar también el significado de “misión”. Encontramos que “misión” significa “acción de enviar”, “poder que se da a un enviado para que haga alguna cosa (sinónimo: delegación). 

En la Biblia, la palabra “misionero” no aparece como tal, y la palabra “Misión” aparece  en el Nuevo Testamento como servicio según la versión que se use. En Hechos 12:25, que dice: “Y Bernabé y Saulo regresaron de Jerusalén después de haber cumplido su servicio/misión, llevando consigo a Juan, llamado también Marcos.” Se puede decir misión porque aquí, la palabra griega usada es diakonía, que significa “ministerio”, “servicio”, “contribución”, “ayuda”, “asistencia”, “misión”, o “encargo”. 

La mayoría de los miembros de Iglesias Latinas consideran a un misionero a alguien que es enviado por su iglesia local a un servicio de evangelización y discipulado en lugares fuera de su país o etnias difíciles de alcanzar dentro de su propio país. 

Los países latinos recibimos la obra misionera de otros países como Estados Unidos, Australia, Holanda, Inglaterra, Canadá y otros durante muchos años, algunos cientos. Sin embargo, la obra Cristiana evangélica desligada a la iglesia católica romana es más joven y tuvo que lidiar con los preconceptos construidos por sus predecesores. 

Actualmente países como Bolivia, Perú y otros latinos tienen segundas y hasta terceras generaciones de Cristianos, eso está haciendo que nuestras iglesias crezcan así como nuestros recursos humanos. Nuestros jóvenes producen un potencial que está tratando de encontrar como servir al Señor y necesitamos como iglesia saber cómo enviar y sostener de manera saludable. 

Lo que implica cuidar al misionero

El cuidado que la iglesia debe realizar con su misionero abarcan tiempos antes de que salga al campo, en su preparación, cuando está en el campo, y a su retorno a su lugar de origen. Estos procesos deberían considerar el tiempo de servicio y retiro mínimamente con la misma importancia que empleadores no cristianos son sujetos por ley a tener con sus trabajadores. Hay muy buenos recursos del Cuidado Integral del Misionero en Movilicemos.org de la agencia misionera SIM. 

Hay tantas experiencias que escuché y viví a lo largo de mi vida “misionera”, tengo 37 años y desde los 19 tuve un entendimiento claro que todo Cristiano tiene el “llamado” a la misión de Dios, solo nos toca escuchar y obedecer en el cómo ir y hacer, tanto en nuestros contextos más cercanos o más lejanos. Esto incluye a mi familia, vecinos, colegas y los menos alcanzados dentro de la Ventana 10/40. Tuve que trabajar, estudiar, viajar y todo con el apoyo económico e integral de hermanos en la fe, organizaciones, familia y mis propios trabajos para alcanzar los diferentes desafíos y bendiciones al servir y crecer en la obra misionera.

Una realidad dura

En el proceso de recepción y cuidado mientras el interesado en acción misionera busca apoyo, si es miembro de una iglesia que sabe menos que ese candidato, no encontrará la ayuda que espera; entonces su siguiente opción es buscar agencias u organizaciones misioneras que lo pueden guiar. Por experiencia y de otros hermanos en la fe, esos hermanos serán abrumados por requisitos y procesos que pueden durar entre 10 años estimados de preparación teológica, construcción de una Carrera, idioma inglés, tests de salud emocional y psicológica, red de oración, levantamiento de fondos, patrocinadores, servicios locales y más.

Cuando pasa el tiempo y los candidatos suelen decidir seguir ese “llamado” y hacer todo lo posible por su parte, suelen servir tanto en su iglesia, evangelismo y servicio en lugares menos alcanzados de su país y si son de los más arriesgados: en misiones cortas a otros países cercanos o lejanos. 

Durante esos tiempos itinerantes y de esfuerzo local la mayoría de las Iglesias no considera a ese Cristiano como “misionero”; solamente llegan a considerarlo en su mayoría cuando deja su país hacia otro país de la Ventana 10/40. 

De los obreros latinos que llegan a servir en esos contextos, fuera de su país o en lugares lejanos de sus familias nucleares, varios reportaron casos de olvido, celos por parte del liderazgo y necesidades extremas en su sustento económico y emocional. 

Un obrero latino en China reportó que su iglesia dejó de apoyarlo económicamente al enamorar y casarse con una joven del país, ambos eran cristianos. Él compartió que un día tenía que comprar comida y zapatos deportivos para jugar con sus amigos chinos, sabiendo que no tenía dinero, oró al Señor y pudo sacar suficiente y más de lo que necesitaba, luego se enteró que hermanas que venden flores en su ciudad le enviaron esa ofrenda a pesar de los conceptos que se manejaron en liderazgo. Actualmente el hermano y su esposa sirven a Dios como empresarios dentro ese contexto. 

Una obrera brasileña en otro país latino no recibía su sustento porque el liderazgo de su iglesia pensaba que la ofrenda que le daban los hermanos era “demasiado”, mientras tanto ella en el país de servicio, no podía pagar muchas veces sus medicamentos y caminaba kilómetros para ir de un lugar a otro y no pagar doble pasaje en el transporte público. Ella era en ese momento estudiante de Seminario, obrera en diferentes lugares del país de servicio. Dios la sostuvo a través de hermanos en la fe y su trabajo.

Otra obrera quiere enseñar a Iglesias de su país a trabajar discipulado misional en los niños, la mayoría no la acepta por no “tener un ministerio de cobertura”. Ella tiene un titulo de ese ramo pero al ser el titulo de otro país, el mismo ministerio le pide que vuelva a estudiar lo mismo pero con ellos. Ella retornó al país donde se preparó para tramitar papeles y actualmente se encuentra en espera de una cirugía. En su conversación se nota su ferviente servicio de acción al Señor aunque le cuesta levantar apoyo de iglesia a su ministerio.

De los obreros latinos que llegan a servir fuera de su país o en lugares lejanos de sus familias nucleares, varios reportaron casos de olvido, celos por parte del liderazgo y necesidades extremas en su sustento económico y emocional.

Reflexiones

En algún momento del inicio y servicio los líderes que todavía no tengan suficiente conocimiento o experiencia en misiones, podrían fallar diciendo: “la mejor Carrera misionera es Medicina”, “no tenemos dinero ni para sostener a los obreros de la iglesia”, “eres soltera/soltero no puedes ir ahí”, “misionero es el que está fuera de su país”, “ya regresaste ahora ya no ofrendaremos”, “eres muy joven, muy mayor para eso” o tantas cosas más. Sin embargo, consideramos que es necesario hablar de nuestros errores como iglesia, encontrar mejores maneras y asumir nuestro rol de cuidado y sostenimiento.

Dios nunca nos fallará ni dejará sin provisión mientras obedezcamos sus caminos, aunque el sufrimiento también es parte de la vida Misionera y la vida en sí. 

Oremos que como iglesia Latina practiquemos la bendición que existe en enviar, cuidar y ser parte de terminar la tarea de hacer discípulos hasta lo ultimo de la tierra.

Kattya Rodriguez

Kattya Rodriguez

Misionera boliviana. Sirve al Señor en el campo misionero y concienciando a la iglesia en Latinoamérica acerca de su deber de asumir su rol en la Misión de Dios.

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