Argumentos Católicos contra la Sola Scriptura: ¿Un Invento de Lutero? II

Los católicos dicen que la Sola Scriptura fue un invento de Lutero. Continuemos con la segunda parte del post para descubrir la verdad.

POR GUIDO H. LIZZI

11/07/2022

Ahora bien, la Sola Scriptura es uno de los argumentos más controversiales y divisorios que Martín Lutero y los reformadores en general promovieron como método de autoridad en la iglesia, en una época en la que el único método aceptado era el papado en Roma. Luego de siglos de control masivo por parte de la Iglesia Católica, la indiscutida autoridad del Papa se veía cuestionada. No por gente que tuviese la intención de reemplazar al Papa en el Vaticano, sino por un grupo que decía que la única autoridad para todo el funcionamiento de la iglesia debía ser la Biblia y no los hombres.

Hoy día esta doctrina sigue siendo cuestionada por la Iglesia Católica, y hay ciertos argumentos que se presentan a la hora de debatir este tema. A continuación enumeraré algunos de los puntos más comunes que he encontrado al debatir esta doctrina con teólogos y apologetas católicos:

1. Juan 20:30

“Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro”.

Este pasaje se utiliza para argumentar que no todo está escrito. Que hay cosas que sucedieron, se dijeron y se revelaron, que simplemente no llegaron al canon bíblico. Y que por lo tanto, Dios continúa revelando estas verdades a las autoridades designadas divinamente, y por medio de las tradiciones orales que se han transmitido de generación en generación, y que la Iglesia Católica Romana ha convenientemente preservado intactas.

Éste no es un tema menor, y no debería ser ignorado por ninguno que verdaderamente desee conocer a Dios. Este pasaje debe ser atendido con cuidado, pues según este, hay cosas que la Biblia no nos enseña, y que sin embargo formaron parte de la revelación presencial que los testigos originales recibieron estando con Jesús. De modo que, quien ignore este pasaje, y ciegamente promueva la Sola Scriptura por haberla recibido como tradición, está en peligro de errar.

Pero ahora, la forma de interpretar cualquier texto es siempre por medio de su contexto. Y el contexto de este pasaje dice así:

“Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Juan 20:30-31

Es lógico que Jesús haya hecho “muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro”, pues la Biblia no es un libro histórico. No tiene porqué registrar cada acontecimiento de cada cosa que haya sucedido durante esos tiempos. Así que, la pregunta no es si acontecieron cosas que no están registradas en la Biblia. La respuesta a esa pregunta es obvia. La pregunta más bien debería ser: “¿Existe revelación doctrinal necesaria para el crecimiento integral de la iglesia que no haya sido revelada en la Biblia?” Y el contexto responde esta pregunta, diciendo que lo que se escribió, se hizo con el propósito de llevar al pecador a la fe.

Si bien hay otras cosas que Jesús hizo y dijo que no están escritas, lo que se escribió es suficiente y eficiente en llevar al perdido al conocimiento del Hijo de Dios. Es decir, no hacen falta fuentes de revelación externas. Lo que hace falta, ya está escrito.

2. Lucas 24:13-24

Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron”.

Este es un argumento débil, pero me lo han presentado igual, diciendo que Dios utilizó ángeles para hablarles a las mujeres y que por lo tanto, puede hacer lo mismo hoy, revelándole a la iglesia cosas nuevas que antes no sabia. Como por ejemplo, la asunción corporal de María, evento que se establece como dogma de fe (verdad de la que no puede dudarse) por el papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950. Pero ahora, si esta es una doctrina que la iglesia no debe dudar, se debe tratar de una verdad que contribuye al desarrollo integral de la iglesia en su conocimiento de Dios. Pero si esto es así, ¿por qué Dios no reveló esta verdad a la iglesia primitiva? ¿Cómo vivió la iglesia por veinte siglos sin esa revelación tan fundamental?

Y nuevamente, el contexto refuta el argumento. Pues tres versículos más adelante leemos: 

“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”. Lucas 24:27

Aparentemente, el fragmento continúa dándole la razón al bando de la Sola Scriptura, y no al bando católico. Pues Jesús podría haberles recriminado a estos hombres por no haber creído a las mujeres que vieron al ángel. Jesús podría haberles dicho que si un ángel les había hablado a esas mujeres, ellos no debían dudar en nada lo que les dijeran. Si ellas decían que un ángel les había hablado, evidentemente eso debía ser verdad, y los discípulos deberían creerlo tal cual lo escuchaban de las mujeres que habían tenido la revelación. Fin del asunto.

Sin embargo, Jesús se toma el tiempo de explicarles a estos hombres todo lo que había sucedido: su vida, su ministerio, su muerte, todo. También les explica porqué había sucedido todo eso. Y la forma en que Jesús explica todo lo sucedido, fue por medio de las escrituras. ¿No le parece interesante? 

EEspecialmente porque, por medio de las escrituras, ya se sabía que el Cristo iba a sufrir y que debía resucitar al tercer día. De modo que, ya no importaba tanto eso de que las mujeres hubiesen visto un ángel. Importaba que lo que las mujeres les habían dicho estaba 100% en concordancia con lo que las escrituras anunciaron. Y el método divino para cerrar el asunto no fue la tradición, ni una revelación angelical, ni nada por el estilo. El método divino fue: las Escrituras.

La Sola Scriptura es uno de los argumentos más controversiales y divisorios que Martín Lutero y los reformadores en general promovieron como método de autoridad en la iglesia

3. Hechos 8:26-31

Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.

Este pasaje también se usa para argumentar que Dios revela cosas por medio de ángeles, visiones, etc., y que si Dios lo hizo así en el Nuevo Testamento, debemos estar abiertos a que revele cosas nuevas constantemente. Al fin y al cabo, Dios le reveló a Felipe en una visión lo que debía hacer, dónde debía ir, y a quién debía esperar.

Y es verdad que, cuando se trata de dirigir a la iglesia, el Espíritu Santo es activo en nosotros, y puede revelarnos cosas en un momento en el tiempo, dirigiendo nuestros pasos de formas específicas. Pero el hecho que el Espíritu diga: “ve a tal lugar y espera a tal persona“, no significa que vaya a revelarnos doctrina nueva. Ésas son dos cosas completamente diferentes.

Es más, el Espíritu Santo envía a Felipe al encuentro del eunuco, no manda un ángel a predicarle. Dios manda a Felipe, quien le predicaría al eunuco utilizando las escrituras, como también está escrito en el mismo contexto del pasaje: 

Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.

Hechos 8:35

4. Hechos 15:6-21

Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

Este pasaje lo hemos visto arriba, y se utiliza por la Iglesia Católica para decir que, en un momento de confusión doctrinal, Pedro (quien era la roca sobre la cual Cristo había edificado su iglesia, según ellos) se pone en pie y concluye la discusión tomando una decisión por todo el cuerpo. Sin embargo, como hemos visto ya, este no es el caso. Sino que el testimonio de Pedro fue uno más, como el testimonio de Pablo y el de Bernabé. Pero al final, fue cuando Santiago tomó las escrituras y leyó lo que estaba escrito en los profetas, que la iglesia tomó una decisión al respecto.

Es verdad que, cuando se trata de dirigir a la iglesia, el Espíritu Santo es activo en nosotros, y puede revelarnos cosas en un momento en el tiempo, dirigiendo nuestros pasos de formas específicas. Pero el hecho que el Espíritu diga: “ve a tal lugar y espera a tal persona“, no significa que vaya a revelarnos doctrina nueva.

5. 1 Timoteo 3:14-15

Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

La Iglesia Católica utiliza este pasaje para decir que Pablo le está atribuyendo a la iglesia el poder de definir doctrina por sí misma, pues esta es “columna y baluarte de la verdad”. Pero eso no es lo que el escritor está diciendo. Nuevamente, el argumento no pasa la prueba inicial del contexto.

El apóstol Pablo no está insinuándole a Timoteo que la iglesia seguiría inventando doctrinas por siglos y milenios porvenir. Absolutamente no. Al contrario, está diciendo que la iglesia, protectora de la verdad, debe primero conocer la verdad íntimamente, y saber cómo manejarse para defenderla. Y Timoteo, un consiervo de Pablo menos experimentado, estaba aprendiendo de este cómo hacer justamente esto: defender la verdad del evangelio.

Es más, el mismo escritor, dirigiéndose a la misma persona, también escribe lo siguiente:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17

Pablo no está diciendo: si quieres saber cómo manejarte en la iglesia, fíjate cuál sea el Papa de turno, y escucha lo que diga. Sino que más bien: ve a ver lo que está escrito y obedécelo.

Si quieres enseñar: ve a las Escrituras.

Si quieres redargüir: ve a las Escrituras.

Si quieres saber cómo corregir: ve a las Escrituras.

Si quieres ser instruido e instruir a otros en justicia: ve a las Escrituras.

¿La razón? Simple, que las escrituras son inspiradas por Dios. El vocablo que se traduce aquí como “inspirado/a” es una palabra compuesta que significa: impartida por el hálito divino. Es decir, porque las escrituras fueron impartidas por el hálito mismo de Dios, son la única fuente infalible que la iglesia tiene para regir su andar. Todo lo demás no es autoridad infalible.

6. 1 Corintios 11:2 

Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. 

2 Tesalonicenses 2:15 

Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

Esto se utiliza mucho para decir que, independientemente de lo que esté escrito, evidentemente hay una tradición oral que los apóstoles utilizaban para enseñar. Porque el apóstol Pablo no solamente le dice a la iglesia que preste atención a lo que está escrito, sino que guardase las tradiciones que habían recibido oralmente de parte de los apóstoles.

Ahora bien, no olvidemos que la predicación en el primer siglo se llevó a cabo personalmente, de boca en boca, y por medio de epístolas. Y Pablo está diciendo que la iglesia debía mantenerse firme en lo que habían aprendido, ya sea en persona con los apóstoles, o por medio de sus cartas. Pero el tema está acá: ¿de dónde venía la doctrina que Pablo predicaba y que la iglesia  había aprendido de él? Vea si puede descifrarlo:

Ahora les hago saber, hermanos, el evangelio que les prediqué, el cual también ustedes recibieron, en el cual también están firmes, por el cual también son salvos, si retienen la palabra que les prediqué, a no ser que hayan creído en vano. Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce”. 1 Corintios 15:1-5 NBLA

¿Lo ve? Todo lo que Pablo enseñaba estaba en las Escrituras. Si no, no lo enseñaba. De modo que es inconsistente con el resto de la doctrina neotestamentaria pensar que hayan habido enseñanzas, doctrinas y verdades “secretas“ que fueron pasadas de boca en boca y que no fueron registradas en el canon bíblico. Especialmente cuando consideramos que es la Iglesia Católica Romana la que se arroga el derecho de ser la guardiana y única depositaria de estas tradiciones. No sólo eso, sino que se arroga el derecho de llamarse la única autoridad infalible para interpretar dichas tradiciones y las Escrituras.

Si quieres enseñar: ve a las Escrituras.
Si quieres redargüir: ve a las Escrituras.
Si quieres saber cómo corregir: ve a las Escrituras.
Si quieres ser instruido e instruir a otros en justicia: ve a las Escrituras.

Como verá, no tenemos muchas opciones: o la autoridad es 100% las Escrituras, o es 100% en magisterio. No hay nada en el medio. El momento que aceptamos que la Iglesia Católica Romana con su “magisterio infalible” es la única depositaria de la verdad, y la única capaz de interpretar dicha verdad, quedamos completamente a la merced de un grupo de hombres con intereses humanos, ocupando el lugar del Espíritu Santo como maestro infalible de la iglesia, y de las escrituras como ancla absoluta de nuestra verdad.

Conclusión:

No hay nada, en la Biblia, que le dé a una persona o a una institución el derecho, ni el deber, ni la misión de continuar estableciendo doctrinas nuevas a lo largo de la historia. Ninguna parte de la Biblia aprueba eso. 

De modo que, la doctrina de la Sola Scriptura no fue un invento de Martín Lutero, sino el antiguo método de la iglesia primitiva al que era necesario volver para restaurar aquello que siempre había estado escrito, y para extirpar de la doctrina de la iglesia todas las tradiciones agregadas por hombres, que la Iglesia Católica Romana estableció por medio de diferentes papas y concilios, que fueron, en su mayoría, movimientos políticos, que nada tuvieron que ver con la Biblia, y en los cuales la Biblia, en muchos casos, ni siquiera se consultó.

Tuyo en Cristo,

Guido H. Lizzi

Guido H. Lizzi

Guido H. Lizzi

Misionero y Escritor. Sirvió en el campo misionero en Asia por 14 años, dedicándose a la enseñanza, traducción e interpretación.
Autor del Blog Teología Callejera

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